Clone Rivals: Koenigsegg y Castrol se ponen a prueba hasta el límite

Christoffer Nygaard es el hombre encargado de las pruebas y el desarrollo de los coches de calle extremos de Koenigsegg. Es un piloto de carreras danés que se pasa la mayor parte de día en un circuito de pruebas, en alguna parte del mundo, forzando los límites de la última creación del fabricante sueco.

Christian von Koenigsegg es el fundador de la empresa de automóviles que lleva su nombre. Fundó Koenigsegg en 1994 con la idea de crear el deportivo perfecto pero también cree firmemente que la perfección es un objetivo en movimiento. Durante los 22 años de historia de la empresa, ha habido una serie de modelos cada vez más potentes y más extremos y, no solo por sus extraordinarias estadísticas de potencia a peso, el One:1 es el más extremo. Se trata de la materialización de 386 kph de uno de los proyectos de fabricación de automóviles más exclusivos de la historia. Solo se ha fabricado siete modelos, incluido un prototipo, y es esta la búsqueda implacable de perfección que llevó a Castrol a empezar a trabajar con Koenigsegg. 

Ascari es una prueba única para mostrar las prestaciones de cualquier coche de alto rendimiento. Tiene una longitud de 6 km y cuenta con 25 curvas, elevaciones y cambios de inclinación muy exigentes y de gran dificultad técnica. Para Castrol, la elección de este coche y este circuito para su cuarta Prueba Titanium resultaba perfectamente lógica.

No hay demasiadas combinaciones más exigentes que un Koenigsegg One:1 forzando sus límites en un circuito como Ascari. Cuando la persona que fuerza estos límites es el hombre que mejor conoce las capacidades de este coche y que está tratando de batirse a sí mismo (o a una versión clonada de este), se convierte en una prueba única y sumamente exigente de hombre y máquina.

Y aceite. Cuando los motores funcionan bajo presiones altas extremas, un aceite como Castrol EDGE reforzado con TITANIUM FST™ le brinda la confianza para seguir forzando estos límites. 

La producción del vídeo de esta última Prueba Titanium fue un reto para la Prueba en sí misma. El rodaje duró una semana entera a finales de marzo y, como con cada Prueba hasta la fecha, el objetivo era usar toda la emoción y dramatismo de forzar los coches hasta sus límites para lograr dos objetivos complementarios.

En primer lugar, probar exactamente lo que es posible cuando se cuenta con el hombre y la máquina en perfecta armonía.

Y en segundo lugar, probar más allá de toda duda que existe una razón por la que los principales fabricantes mundiales de superdeportivos (empresas como Koenigsegg y Aston Martin) deciden llenar sus coches con Castrol EDGE reforzado con TITANIUM FST™ antes de que salgan de fábrica. Se trata, después de todo, del aceite más potente y más avanzado de Castrol.